Parashá

Te invitamos a conocer la lectura de esta semana

Shabat Vaietzé


  • Parashat Vaietzé
    Viernes 24 de noviembre de 2023 / 12 de Kislev de 5784
    Encendido de velas: 19:26 hs
     Shabat Concluye:  20:29 hs

    Parashat Vaietzé lectura trienal 2do ciclo (Bereshit 30:16-31:16) 


    Iaacov sale de la casa que lo vió nacer de Canaán hacia la casa de su tío Labán. Mientras en Canaán se quedó su hermano Esav, quien juró matarlo al enterarse que le robó su bendición. 
    Así como la Torá nos contó en la parashá pasada (Toldot) acerca del contraste físico entre Esav y Iaacov, esta semana la Torá nos relata que Lea era una mujer con ojos lacrimosos, y en contraste estaba su hermana Rajel que era linda de ser y de bella figura. ¿Por qué Lea tenía ojos lacrimosos? Nos dice el Midrash: "Ella tenía los ojos lacrimosos por llorar, porque la gente decía: 'Labán tiene dos hijas, y Rivká tiene dos hijos. La mayor se casará con el mayor, y la menor se casará con el menor.' Lea lloraba y decía: 'Que sea Tu voluntad que no caiga en el destino de Esav.'" (Bereshit Rabá 70:16)

    El significado del nombre Lea es "cansada", "exhausta", y vemos en su esencia a una mujer cansada y enojada con la vida, al saberse la potencial esposa de Esav. Sin embargo su llanto nos muestra que a pesar de su desencanto, no estaba dispuesta a resignarse a aceptar su realidad y el destino que la vida le tenía deparado. 
    También vemos en Lea una mujer de una gran personalidad, que toma las riendas, que no permite las injusticias, y que pone cada cosa en su lugar. Una vez celebrado el matrimonio entre "Iaacov y Rajel", a la mañana siguiente Iaacov se dio cuenta que no se había casado con Rajel sino con Lea. Entonces, en el Midrash, Iaacov le preguntó a Lea por qué lo engañó, a lo que ella respondió si acaso él no había engañado también a su padre diciéndole que era Esav...

    Lea es, en definitiva, una mujer de fe, que habla con D’s, que persevera y no se rinde, y será recompensada con siete hijos. Porque finalmente, al decir del salmista, los que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría.